lunes, 16 de enero de 2012

Delicado (ligero, francés) ah y concebido para el cine

A este libro tal vez le falte calidad literaria, pero el autor sabe recrear lo delicado, lo frágil, lo limpio. Sugiere, invita y participa con nosotros en la lectura; conviene destacar lo rápido que se deja leer y el frescor del texto.

Cada momento intenso del libro es un sin aliento. Pero el hecho de buscar la originalidad destapa y desacredita al autor como hacedor de una novela que podría haber perdurado más de lo que lo va a hacer, eso sí, no sin antes habiendo conquistado el aliento de los lectores de "su momento".

En la lectura he detectado partes de mi mismo, y eso gusta, gusta encontrarse alguna vez en otro.

Leerlo, sí; pero regalar después de leer, no por efímero o fútil, sino para que siga el camino ingrávido al que se le ha asignado en la literatura. Concebida

David Foenkinos: La delicadeza (Seix Barral)


Lástima que se lleva al cine. Para eso fue pensada ¿no?

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